Después de semanas preparando esta etapa, finalmente el miércoles 13 de abril, bajo un cielo encapotado que amenazaba lluvia, un grupo de 50 alumnos del IES Plaza de la Cruz, acompañado de sus profesores y con el apoyo de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra, iniciamos la etapa Zubiri-Pamplona del Camino Francés, que parte de Roncesvalles.
La cosa venía de atrás, como habréis podido ver en los numerosos carteles anunciadores que el equipo “infopoints” ha colgado en este tiempo por pasillos y aulas. Mientras unos se dedicaban al “dibuja, recorta y colorea”, el equipo “redes” difundía cada uno de los avances del proyecto y los “cazadores de sonidos” ponían a punto su aplicación Decibel X para grabar el canto de los pájaros, el repiqueteo de la lluvia, la gravilla que un puñado de botas revolvía y, cerca de los núcleos urbanos, el tañir de una campana, el anuncio del chatarrero o cuanto de sonoro nos envuelve cada día sin que nos demos cuenta. La víspera, el equipo “cocina”, con Javier Angulo a la cabeza prepararon unas “súper barritas” energéticas caseras que devolverían las fuerzas al más cansado.
En el bus a Zubiri ensayamos nuestro himno del camino y nada más llegar, el equipo de Ed. Física, con nuestra super profe Bea Zabalza, nos tenía preparada una sesión de calentamiento con recomendaciones prácticas. ¡En marcha!
Empezamos animosos, de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente: el de la Rabia, en Zubiri (la tradición mandaba dar tres vueltas en torno a su pilar central para salvar a los animales de esta enfermedad); el de los Bandidos, en Larrasoaña (así llamado porque en este puente medieval se apostaban los malhechores para asaltar a los pobres peregrinos); la iglesia de la Transfiguración en Akerreta…En cada parada (no más de dos minutos, que queda mucha etapa por delante), uno de nuestros colaboradores nos narraba una anécdota, explicaba parte del proyecto realizado, leía una frase motivadora del camino o repartía barritas a los que empezaban a mostrar signos de cansancio. O cantaba a pleno pulmón el himno del Camino (para alejar la lluvia). Los reporteros tomaban buena muestra de cada parada, del paisaje, de otros peregrinos. Así completamos la mitad del recorrido: en Zuriain ya habíamos caminado 9 km. Un poco más adelante, en Iroz, parada larga (no más de 15 minutos) para almorzar, beber algo, estirar los músculos y descansar. Contemplamos la fuente, el lavadero, los restos de la antigua presa y del molino, el puente del s. XIII donde, en época medieval, se ajusticiaba a los bandidos y maleantes, ¡madre mía!, y de nuevo en ruta. Empezamos a notar el cansancio. Cinco km después, en Trinidad de Arre nos sale al encuentro el Puente del Peregrino, su iglesia, ¡queremos visitarla por dentro! (tendrá bancos…) Ya no hay barrita que sostenga nuestras piernas cansadas, nuestros pies, ¿y si bajáramos al río a remojarlos? ¡Venga!, que quedan solo 2 km, que no se diga que no somos gente recia… Finalmente, como una aparición al fondo, está Pamplona. Sin palabras enfilamos el Puente de la Magdalena, ¡hemos llegado! Gritos, abrazos, compostela, ¿dónde está el sello de mi compostela?
19 km de etapa. Ya solo quedan 727 hasta Santiago…
El alumnado de 4º ESO preparó con la ayuda de Javier Angulo unas deliciosas barritas energéticas saludables en la cocina del instituto para poder cubrir la etapa con mucha energía.
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