El Taller de Teatro de Plaza de la Cruz es un punto de encuentro de chicos y chicas del Instituto que los viernes y los sábados se reúnen con muchísima ilusión, desde hace 40 años, para preparar el montaje de una obra de teatro.
Pero también es… algo inexplicable, algo mágico, algo que hay que vivir para comprender, algo que devuelve más de lo que uno puede dar. Una experiencia para recordar siempre, que se queda grabada en el corazón. Es el teatro que une, la energía del escenario, la magia del estreno, pero sobre todo, su gente.
Por eso queremos compartir aquí algo de nuestra historia, una historia que empezó hace ya unos cuantos años, de la mano de María José Goyache, a la que todos le dedicamos, cariñosamente, esta página.
HISTORIA
En el año 1980 un grupo de alumnas del entonces «Príncipe de Viana» le pidieron a su profesora de literatura, María José Goyache, que les ayudara a representar La casa de Bernarda Alba. De inmediato se les sumaron los chicos del «Ximénez de Rada». De esta forma, el Taller de Teatro se adelantó en el tiempo y unió en el escenario a los dos centros que más tarde formarían el actual Instituto «Plaza de la Cruz«.
Mari Jose es un duendecillo con una capacidad de trabajo enorme, un entusiasmo gigante, un corazón brutal y a la que todo el mundo quiere.
La experiencia de pertenecer al Taller de Teatro es imperecedera. El teatro es la vida misma. Los alumnos se dan cuenta de que dependen unos de otros, de que hay que ser puntuales y saberse el papel, que obedecer es tan importante como mandar, que los actores secundarios son tan imprescindibles como los protagonistas; que tan importantes como los actores son los que preparan el decorado, instalan las luces o se preocupan de la música y el vestuario. Y si lo dicho anteriormente fuera poco, todo eso lo aprenden jugando. Así se explica el inmenso cariño que los cientos de alumnos que han pasado a lo largo de estos años por el Taller sienten por Mari Jose.
En el curso 2011 – 2012, Mari Jose confió la dirección del Taller al profesor de Matemáticas Kico Alba. Desde entonces, este cuenta con la colaboración y el apoyo de ella para cocinar cada uno de los montajes.
Juntos logran, cada día, que el sueño del Taller siga vivo.
MAGIA
La magia del Taller es una experiencia que hay que vivir, es una energía especial que fluye desde 1980.La tarde del segundo viernes del curso, el Instituto espera vacío y ansioso a los alumnos que han leído el cartel anunciador, y han decidido comprometerse unos cuantos meses con un guión, las tablas del escenario y muchos ensayos.
Les espera un director nervioso, emocionado por el proyecto que ha preparado y los juegos teatrales que les propondrá en las primeras sesiones.
Los chicos y chicas del Taller, esperan ansiosos por saber cuál será el montaje que se hará este año, y cuál será el papel que les tocará interpretar. El director mantiene el secreto hasta el final, con la esperanza de que cuando el título sea desvelado, les inunde la emoción y la ilusión. Les quedan ahora, horas y horas de estudio en casa, para memorizar el papel y comprender, cada uno, a su personaje.
Cada viernes y cada sábado, los alumnos y alumnas eligen venir a ensayar, porque les apetece compartir el tiempo con sus compañeros sobre el escenario, ensayo tras ensayo.
Hay que ensayar las escenas, preparar los sonidos, hacer el cartel, el programa de mano…
Mientras preparan el montaje, se conocen, se divierten, construyen amistades e incluso, se enamoran.
Se construye el escenario con ayuda de los amigos del Taller, que siempre están dispuestos a echar un cable. Como Alejandro Les, que está siempre disponible para coger un martillo, la sierra y un par de clavos.
A veces hay que enfundarse el mono y sacar la brocha. Pintar, barnizar, encolar…
Se orientan los focos, se cambian un par de bombillas, se elige el color de las luces… Y si diez minutos antes de empezar, se funde un foco, se saca la termofusible.
Se prepara el cartel y el programa de mano, que contiene los nombres de los actores y de los personajes que los interpretan, los ayudantes, los técnicos, los apoyos recibidos…
Ha llegado el día del estreno, todo está preparado, cada alumno ocupa su lugar, relajado, respirando… Todos se han maquillado y vestido. Algunos antiguos alumnos del Taller han venido a ayudar con los preparativos de última hora, o para atender la entrada de los espectadores. El público espera afuera impaciente. ¿Abrimos?
No se puede olvidar. Es lo más importante de todo. Antes de cada representación. El conjuro de la suerte. «Que todo salga bien…»
Los últimos consejos del director: hablad bien alto, vocalizar, ayudaos unos a otros y sobre todo, disfrutadlo.
¡Ya se pueden abrir las puertas!
El público entra, elige su butaca, y espera impaciente. Familias, amigos, alumnos y alumnas, espectadores.
Los actores y actrices del Taller hacen la representación con ilusión, emoción, concentración, compañerismo… Y algo de nervios.
Cuando menos se lo esperan, llega el final de la obra, con el saludo de los artistazos, que sienten el cariño de los espectadores, y una emoción abrumadora.
Y por último, el aplauso del público que les agradece las horas dedicadas y el trabajo realizado a lo largo de todo el curso.
¡Ah! Y no podemos olvidar una de las cosas más importantes, una de las noches que más se espera: ¡La cena! Porque hay que celebrar el esfuerzo invertido, la constancia, lo aprendido, el resultado obtenido a base de mucho sacrificio y, sobre todo, las amistadas forjadas.
Porque, aunque todo termina, hay algo que nunca desaparece, algo que siempre perdura: LA AMISTAD.
¿No me digais que todo esto no es mágico?
Se llama…
Taller de Teatro Plaza de la Cruz.
INSTITUTO PLAZA DE LA CRUZ
El Instituto se crea en 1845, hace ya más de 150 años. En 1939, la separación de sexos conlleva la división del Instituto en Ximénez de Rada, masculino, y Príncipe de Viana, femenino, que ocupan desde 1944 su actual emplazamiento. En 1971 se implantan los estudios de régimen nocturno y desde 1984 ambos centros vuelven a ser mixtos.
En el curso 1995-96 tiene lugar la fusión de los dos Institutos, que adoptan el nombre actual de IES Plaza de la Cruz.
El Instituto:
- Imparte enseñanzas de ESO y Bachillerato, diurno y nocturno, y en dos modelos lingüísticos, castellano y castellano con euskera como asignatura.
- Oferta asignaturas en inglés, incluso en Bachillerato.
- Cuenta, con el proyecto “Ágora Universitaria”, una oferta de formación para adultos.
- Obtuvo el Diploma de Compromiso en el Premio Navarro a la Excelencia 2002, convocado por la Fundación Navarra para la Calidad.
- Posee desde el año 2004 la acreditación ISO 9001: 2000 a la calidad en la gestión.
- Oferta las dos modalidades de Bachillerato de Ciencias y Tecnología, Humanidades, Ciencias Sociales y el de Artes Escénicas, Música y Danza.
- Organiza, para el alumnado, la semana blanca, la azul, la verde y el viaje a Italia a final de primero de Bachillerato.
- Cuenta con un equipo humano que trabaja día a día para formarse en nuevas metodologías, en convivencia y resiliencia y que se preocupa, en todo momento, por cada uno de los alumnos y alumnas del Instituto.