¿Alguna vez has visto como llamaban “nenaza” a un hombre por llorar? ¿Qué piensas tú acerca de esto? Lo correcto es admitir que esto no está bien, que hay que normalizar que los chicos lloran y son débiles y no por ello son menos hombres.
El problema es que la sociedad ha atribuido la fortaleza a los varones, presionándolos a mostrarse seguros en todo momento. Estos, intentan alejarse de sus problemas del día a día (la pérdida de un familiar, una ruptura amorosa, ansiedad, etc), intentan no pensar en ellos y hacen grandes esfuerzos por quitarles importancia y olvidar su existencia, ya que admitir que están mal les haría parecer unos “lloricas”. Esta negación de las emociones les afecta mentalmente de forma grave y deja consecuencias perjudiciales y, en ocasiones, irreversibles, como ataques de ira, posesividad, etc… . Una encuesta de salud nacional de España en 2017, indicó que de 3.600 fallecidos por suicidios, 2.700 eran hombres en su mayoría con problemas de depresión. Lo peor es que esta idea absurda y totalmente ilógica, no solo afecta a los hombres, sino que también hace que se asocie la vulnerabilidad a las mujeres, dejándolas, bajo un punto de vista machista, como débiles por naturaleza y por lo tanto inferiores.
En definitiva, hay que educar en la igualdad, normalizar que tanto hombres como mujeres se pueden mostrar tanto fuertes como vulnerables, débiles o seguros. Es inevitable afirmar que todos lloramos, que todos somos fuertes y sobre todo, que todos somos iguales.
¿Alguna vez has visto como llamaban “nenaza” a un hombre por llorar? ¿Qué piensas tú acerca de esto? Lo correcto es admitir que esto no está bien, que hay que normalizar que los chicos lloran y son débiles y no por ello son menos hombres.
El problema es que la sociedad ha atribuido la fortaleza a los varones, presionándolos a mostrarse seguros en todo momento. Estos, intentan alejarse de sus problemas del día a día (la pérdida de un familiar, una ruptura amorosa, ansiedad, etc), intentan no pensar en ellos y hacen grandes esfuerzos por quitarles importancia y olvidar su existencia, ya que admitir que están mal les haría parecer unos “lloricas”. Esta negación de las emociones les afecta mentalmente de forma grave y deja consecuencias perjudiciales y, en ocasiones, irreversibles, como ataques de ira, posesividad, etc… . Una encuesta de salud nacional de España en 2017, indicó que de 3.600 fallecidos por suicidios, 2.700 eran hombres en su mayoría con problemas de depresión. Lo peor es que esta idea absurda y totalmente ilógica, no solo afecta a los hombres, sino que también hace que se asocie la vulnerabilidad a las mujeres, dejándolas, bajo un punto de vista machista, como débiles por naturaleza y por lo tanto inferiores.
En definitiva, hay que educar en la igualdad, normalizar que tanto hombres como mujeres se pueden mostrar tanto fuertes como vulnerables, débiles o seguros. Es inevitable afirmar que todos lloramos, que todos somos fuertes y sobre todo, que todos somos iguales.
Alex Leránoz
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