Bien es cierto que el avance tecnológico y las costumbres de los ciudadanos van evolucionando con el paso del tiempo y esto hace que muchas cosas que se realizaban antes hayan pasado a un segundo plano. Por suerte, el uso del libro en formato papel no ha llegado a desaparecer por completo y no se ha dejado aplastar por el nuevo y poderoso libro digital. Este aparato es innovador y se empasta de manera perfecta al tipo de sociedad actual, pero ni este aparato ni ningún otro, por muy bueno que sea, va a dejar atrás el uso del libro impreso. La amenaza que iba a suponer el nuevo invento no ha sido ni será lo suficientemente fuerte para acabar con el objeto de lectura más preciado para muchos.
Según estadísticas realizadas por muchos expertos en este tema señalan que las nuevas tecnologías pueden llegar a inhibir la total comprensión del texto que se está leyendo, haciendo que el propio lector se distraiga. Esto, en cambio, no ocurre con el libro impreso. A continuación, veamos las grandes ventajas que el libro en papel puede ofrecernos. Lo que a todo el mundo le interesa es el tema del precio. Pues bien, la diferencia entre un libro impreso y un libro digital no es tanta. Aunque el libro digital sea de un coste menor, no se puede obviar que el precio de un libro en papel depende mucho de la tienda en la que lo cojas, la marca, si decides comprarlo por internet o no… Pudiendo llegar incluso a ser más barato que uno digital.
Pero, el tacto de las hojas al pasar cada una de las páginas, los marcapáginas personalizados, los apuntes a lápiz tan íntimos que dejas en cada una de las páginas, el compartir el mismo libro que tanto te ha gustado con otra persona, las portadas que tanto amas tocar porque cada una tiene un relieve y tacto distinto, el poder disponer de un autógrafo firmado por el autor de tu libro favorito…Eso ni el mejor libro digital que hayas podido leer va a regalarte esos momentos tan especiales.
El formato en digital, por muy ligero y pequeño que pueda llegar a ser, no va a tener ningún valor sentimental ni personal para ti. Simplemente te lo lees, deslizando el dedo por esa pantalla tan aburrida y llena de palabras con el fin de acabarlo sin disfrutarlo como se merece. La sensación de abrir un libro y oler ese aroma tan peculiar y único hace que te traslades a tu infancia, cuando ibas con toda tu familia a la feria del libro y te ibas superemocionado al apartado de libros infantiles para lograr convencer a tu madre de que te comprase ese libro que todos tus amigos tenían, y que encima a cambio te regalase el vendedor una rosa para tú después dársela a tu abuelita.
Como conclusión han quedado bastante claras las grandes ventajas que este tipo de libro puede aportar y que el digital no. Siempre viene bien esa lectura reposada y tranquila de la que todos necesitamos muchas veces, para desconectar y disfrutar ese momento tan mágico. Solo tú y el libro.
Paula Valle, 2º Bachiller E
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