Hoy en día, muchas personas usamos las redes sociales, y es conocido en todo el mundo su desarrollo en estos últimos años: cada vez tenemos nuevas maneras más avanzadas de interactuar con el resto de personas.
Debo admitir que formo parte de la comunidad de Instagram y Facebook desde casi sus comienzos, creo que, desde que las utilizo, con ellas me puedo sentir más en contacto con personas conocidas que tengo a distancia, para así sentirme más cerca de ellas. A día de hoy, puedo decir que estoy satisfecha con cómo se han desarrollado.
Algo muy curioso que pude llegar a investigar sobre estas reeds sociales que pertenecen a un mismo dueño (Mark Zuckerberg) es que este fundador quiso llamar a su conglomerado “meta”, que proviene de “metaversi”. Todo viene a raíz de que cada día evolucionan más, con la aspiración de convertirse en un universo paralelo en el que habitar. Según estudios tecnológicos, un 80% de las personas de este planeta ya forma parte de estas redes, siendo un 60% de ellas menores de 60 años.
He de decir que, así como hemos repasado sus cosas buenas, no podemos dejar atrás sus desventajas, donde su principal problema es su uso imprudente y el peligro que conlleva para nuestra seguridad y privacidad. Además, un mal uso de estas plataformas puede acarrear una adicción a estas redes.
En resumen, está muy bien la existencia de estas plataformas para facilitar muchas situaciones del día a día, pero sepamos usarlas con cabeza, ya que, a veces… ¡Nosotros no manejamos las redes, ellas nos manejan!
Ainhoa Meabe
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