Hace unos días, el cuenta kilómetros de mi bicicleta eléctrica alcanzó la cifra de 20.000 km; cifra redonda que, en estos tiempos de comparaciones con campos de fútbol y demás, me permite decir que he dado con ella la mitad de la vuelta al mundo, aunque sin salir de Pamplona, pues tan solo la utilizo para ir al instituto y para pasearme apaciblemente por la ciudad.
Antes de comprarme esta bici tuve otra, con motor de alubias y que utilizaba con fines similares. Haciendo un cálculo aproximado: si llevo 21 años viniendo en bici al trabajo, y la bicicleta actual, que marca 20.000 km, la tengo hace siete años, utilizando una regla de tres puedo estimar que habré hecho unos 60.000 km, es decir, habré dado aproximadamente una vuelta y media al planeta.
La cifra me ha hecho pensar —en estos tiempos de cambio climático, tal vez irreversible— en cuántos kilogramos de CO2 he producido en comparación con otros medios de transporte..
Para comenzar, supondré que hice los 60.000 km en bicicleta eléctrica, y contemplaré dos situaciones: en la primera, la energía eléctrica procedía de centrales generadoras de electricidad a partir de gas natural. En la segunda supondré que los kilogramos emitidos son cero, al proceder la energía de fuentes renovables. Y aunque debería, no voy a contemplar en el cálculo el carbono emitido en la fabricación de paneles, extracción y transporte del gas natural, fabricación de molinos eólicos, etc, que lo complicaría mucho.
Posteriormente calcularé los kilogramos emitidos si hubiese realizado esos 60.000 km con un automóvil de consumo medio. Y después supondré que he realizado esos mismos kilómetros en transporte público.
Mi bicicleta tiene una pila que proporciona una autonomía media de 35 km, con una carga de unos 340 wh, es decir, 0,34 Kwh. Una central generadora de energía eléctrica mediante la quema de gas natural emite una media de 66 gramos de CO2 por cada Kwh generado. El cálculo, por lo tanto, es sencillo:
Cargas para hacer 60.000 km = 60.000 km/35 km cada carga = 1715 cargas.
Kwh totales consumidos = 1715 cargas * 0,34 kwh = 583,1 Kwh.
Kg de CO2 totales = 583,1* 66gr/1000 = 38,48 kg de CO2.
Podemos pensar que los kg de CO2 emitidos por un patinete eléctrico andarán por ese orden, y serán muchísimos menos que los emitidos por un automóvil, cuyo cálculo vamos a realizar a continuación.
Supongamos —tirando por lo bajo, ya que en ciudad todos sabemos que los automóviles, debido al arranque, paro y cambios continuos de velocidad consumen más— que el consumo de un automóvil sea de 6 litros de gasolina por cada 100 kilómetros. Por término medio, quemar un litro de gasolina emite 2,35 kilogramos de CO2. De nuevo, el cálculo es sencillo:
Litros = 60.000 km * 6 litros/100 km = 3.600 litros de gasolina necesito para recorrer esa distancia en automóvil.
CO2 = 3.600 litros * 2,35 = 8.460 kg de CO2 emitidos.
Como se puede ver, la cantidad es enorme, gigantesca en comparación con la cantidad de CO2 que emite una bicicleta eléctrica. De hecho, si dividimos una cantidad por otra:
8468 kg / 38,48 kg = 220,06
Es decir, la emisión de CO2 de un automóvil es similar a la que producirían 220 bicicletas eléctricas.
Por último calcularemos, para esos mismos kilómetros, cuál será la emisión por cada viajero de autobús urbano de transporte público alimentado con gasoil. Consultando en varias fuentes para contrastar la información concluyo que, por cada viajero y kilómetro recorrido, la media de emisión de CO2 de un autobús urbano es de unos 30 gramos. Así pues, calculamos:
CO2 = 60.000 km *0,03 kg= 1800 kilogramos de CO2 por cada viajero.
La cifra es varias veces menor que las emisiones de un automóvil, y a la vez es muchas veces mayor que las emisiones de una bicicleta eléctrica alimentada con combustibles fósiles.
Resumiendo, en la siguiente tabla podemos ver cuánto CO2 emite una persona según el medio de desplazamiento que utilice.
Tipo de transporte | Emisiones CO2 en 60.000 km |
Bicicleta eléctrica(energía procedente de energía renovable) | 0 kg |
Bbicicleta eléctrica (energía procedente de central de gas natural) | 38,48 kg |
Autobús urbano | 1.800 kg |
Automóvil | 8.460 kg |
Estas cifras hay que tomarlas con precaución, porque no hemos tenido en cuenta la fabricación de cada medio de transporte, los materiales utilizados, el mantenimiento… Tampoco hemos tenido en cuenta que un automóvil puede alojar varios ocupantes. Si miramos la tabla, podemos comprobar que un automóvil que hiciera el recorrido con cinco ocupantes emitiría, por cada ocupante, una cifra aproximada a la que emite un autobús.
Como conclusión podemos decir que el transporte urbano en bicicleta, o en bicicleta eléctrica, o en patinete eléctrico es con una gran diferencia el medio de transporte más ecológico de todos.
(Y que la electrificación de los automóviles privados y los autobuses urbanos es un objetivo a alcanzar lo antes posible).
Raúl Urdaci Iriarte
Codés says
¡Qué análisis más jugoso y eco LÓGICO!
¡Gracias!
Tengo un coche eléctrico desde hace once años, con el que voy y vengo al trabajo haciendo 100 km al día desde entonces, y cuya batería está como el primer día, pese a las informaciones contrarias con las que nos inunda el sector petrolífero y gasístico… Fósiles, todos.
Voy a hacer el cálculo de todo el CO2 ahorrado siguiendo tu ejemplo y voy a ser feliz.